¿Quien puede decir qué esta bien y qué esta mal en el cine? dudo mucho que haya alguien con la verdad absoluta en la boca, por lo tanto daré mi punto de vista personal y sin ánimo de ofensa para aquellos que se dieron a la tarea de hacer un documental: EL ARBOL OLVIDADO. A la orilla de las vías del tren, cerca de la torre de Banobras en la ciudad de México, se encuentra un acentamiento de personas que no tienen nada, casitas hechas con lámina y basura, empleos de 1000 a la semana con jornadas de 8 a 10 horas, hijos, miseria, hambre, mugre, adicciones, necesidad, ignorancia, son las palabras que definen la vida cotidiana de éstas desafortunadas personas, que viven hoy en el lugar donde se filmó la película LOS OLVIDADOS. Me parece muy bien que alguien con úna cámara se haya interesado en estas personas que desafortunadamente casi a nadie le interesan, que lo transmita, que lo lleve al cine, a la pantalla y nos muestre nuestra realidad, como ciudadanos, que podamos ver que no todos viven como nosotros, que hay gente que no tiene nada y por la que nadie hace nada, sin embargo, percibo el documental como un catálogo de imágenes sin una propuesta definida, es decir, yo como cienasta, como documentalista, ¿que quiero decir, que quiero transmitir, cual és mi premisa, mi planteamiento, mi señal, mi voz?
A todos nos ocurrió en la secundaria que algún profesor nos pidiera un "trabajo de investigacion" sobre tal o cual tema, y muchos de nosotros nos limitabamos a recaudar mucha información, mecanografiarla y ponerla engargolada con una portada bonita, "ahi esta mi trabajo profesor", pero todos sabemos que eso no es lo que el profe tenía en mente, sabemos que presentar un trabajo de investigación implica tener un tema, una línea a seguir, un planteamiento a desarrollar, un marco teórico de donde partir, una serie de fuentes de donde nutrirse, un desarrollo y finalmente una conclusión. Un verdadero documental también debe cumplir ciertas características, al igual que aquellos sencillos trabajos que nos dejaban en la escuela, no es posible limitarse como documentalista a levantar imágenes y testimonios, y luego ir a editarlos intercalando escenas referentes a uno y otro personaje, unir los pedazos, ponerle un título bonito, música y créditos, en el documental hay que ir más allá, me gustan los trabajos en los cuales vemos la mano del autor, proponiendo, debatiendo, demostrando y mostrando, concluyendo, conmoviendo, EL ARBOL OLVIDADO no es el caso, para mí, se queda en "trabajo de secundaria", cuando tenemos en México "trabajos de maestría" como Mi vida dentro y Bajo Juárez, o en el extranjero "trabajos de doctorado" como Fahrenheit 9/11 o La corporación. Ver un documental no debe ser equiparable a hojear una revista o un catálogo, la imagen debe usarse para transmitir ideas concretas, ver un documental debe ser equiparable a leer un buen libro y comentarlo con eruditos.
A todos nos ocurrió en la secundaria que algún profesor nos pidiera un "trabajo de investigacion" sobre tal o cual tema, y muchos de nosotros nos limitabamos a recaudar mucha información, mecanografiarla y ponerla engargolada con una portada bonita, "ahi esta mi trabajo profesor", pero todos sabemos que eso no es lo que el profe tenía en mente, sabemos que presentar un trabajo de investigación implica tener un tema, una línea a seguir, un planteamiento a desarrollar, un marco teórico de donde partir, una serie de fuentes de donde nutrirse, un desarrollo y finalmente una conclusión. Un verdadero documental también debe cumplir ciertas características, al igual que aquellos sencillos trabajos que nos dejaban en la escuela, no es posible limitarse como documentalista a levantar imágenes y testimonios, y luego ir a editarlos intercalando escenas referentes a uno y otro personaje, unir los pedazos, ponerle un título bonito, música y créditos, en el documental hay que ir más allá, me gustan los trabajos en los cuales vemos la mano del autor, proponiendo, debatiendo, demostrando y mostrando, concluyendo, conmoviendo, EL ARBOL OLVIDADO no es el caso, para mí, se queda en "trabajo de secundaria", cuando tenemos en México "trabajos de maestría" como Mi vida dentro y Bajo Juárez, o en el extranjero "trabajos de doctorado" como Fahrenheit 9/11 o La corporación. Ver un documental no debe ser equiparable a hojear una revista o un catálogo, la imagen debe usarse para transmitir ideas concretas, ver un documental debe ser equiparable a leer un buen libro y comentarlo con eruditos.